La primera es que tal
creencia pueda usarse como pretexto para promover una ola de suicidios, de
hecho, algunas personas ya han hecho pública tan irracional decisión.
Y la otra es que apenas se percaten
que ha transcurrido el 21 de diciembre y ya se encuentran en el día 22, buena
parte de los creyentes de esa supuesta “profecía” se conviertan en radicales
escépticos con los hechos que verdaderamente sí están ocurriendo: deshielo
acelerado del ártico, calentamiento global, records de sequías, incremento alarmante
de movimientos sísmicos tanto en frecuencia como en intensidad, incremento de
erupciones volcánicas, etc, etc.
Lo concreto y tangible que
vamos a experimentar un día después del “21 de diciembre” es que el mundo no se
acabó, pero los desastres naturales continuarán creciendo de manera alarmante día
tras día por todo el orbe.
El acercamiento del planeta
gigante “Hercólubus” en un proceso que se da progresivamente en el tiempo acrecentándo sus graves y destructivos efectos sobre nuestra Tierra.
Hercólubus o Planeta Rojo
tiene una órbita por la cual viaja desplazándose como cualquier cuerpo celeste y en esta no puede moverse dando saltos de tal manera que se acerque a la
Tierra en un sólo día.
Sería también una
irresponsabilidad de nuestra parte decir que nada pasa, el fin del mundo lo
estamos viviendo ya, pero este se está dando de una manera progresiva, acelerada
y muy letal.
Nuestro blog le ofrece la oportunidad de informarse y prepararse para
todas estas catástrofes que continuamente están llegando, adquiera aquí un ejemplar totalmente
gratuito del libro: “Hercólubus o Planeta Rojo” de V.M Rabolú
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