El Proyecto Morfeo permitirá cargas útiles robóticas y en su utilización en recursos de apoyo a las tripulaciones durante la estancia en superficies extraterrestres.
Las últimas pruebas que la NASA ha
realizado en su proyecto Morfeo, un dispositivo reutilizable de
lanzamiento vertical, han supuesto un gran avance en la investigación, ya que
la nave ha alcanzado los 142 metros en su vuelo. Se trata de la segunda prueba
rematada con éxito por la agencia espacial estadounidense, ya que en su primer
intento, en agosto de 2012, se precipitó contra la tierra tras su lanzamiento.
Este logro supone la
confirmación de que los nuevos diseños y tecnologías utilizadas para este
proyecto son "las correctas" tras el fracaso de hace dos años.
Ahora, los expertos se
ven más cerca de explorar otros planetas con un sistema de lanzamiento más
barato que los actuales, uno de los principales objetivos por los que nació
esta iniciativa. Otra de sus prioridades es que sea un sistema más limpio con el
medio ambiente, tanto para la Tierra como para los planetas y satélites que
podrá visitar en el futuro. Por ello, este aparato funciona con metano.
La NASA explica que, con este
módulo de lanzamiento se pretende "ampliar la presencia humana en todo el
Sistema Solar", lo que, según apunta "exige una arquitectura
integrada". Dicha arquitectura incluiría vehículos avanzados y robustos y
tecnologías de detección de peligros automatizadas para reducir los riesgos
existentes para los tripulaciones de módulos de aterrizaje.
Morfeo pretende ser también
un precursor en cargas útiles robóticas y en la utilización de recursos 'in
situ' para ayudar a las tripulaciones durante una amplia estancia en
superficies extraterrestres. Fuente: Europa Press
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