Científicos estadounidenses
hallaron más evidencia de que la luna cubierta de hielo de Júpiter, Europa,
podría albergar vida.
Imágenes captadas por el
telescopio espacial Hubble muestran lo que parecen ser chorros de vapor de agua
que surgen a través de la corteza de Europa, un signo de que en la luna podrían
estar dadas las condiciones para la existencia de pequeños organismos.
Los hallazgos fueron
divulgados durante la reunión anual de la Unión de Geofísica de Estados Unidos
(AGU, por sus siglas en inglés) en San Francisco.
Los científicos a cargo de
la investigación señalaron que la exploración de Europa debía convertirse en
una prioridad.
La próxima misión a Júpiter
y sus lunas está prevista para 2022.
Si se confirma que se trata
de vapor de agua, se alimentarían las esperanzas de poder acceder al océano
subterráneo de Europa desde su superficie.
"Esas columnas son muy
prometedoras si están levantando material del océano. Quizás haya moléculas
orgánicas en la superficie de Europa", le dijo a la BBC James Green,
director de la división de ciencia planetaria de la NASA.
Los científicos descubrieron
estas enormes fuentes en imágenes tomadas por el telescopio Hubble en noviembre
y diciembre del año pasado, y también en imágenes anteriores de 1999.
"Concuerdan con
columnas de vapor de agua de 200 km de altura", dijo Lorenz Roth,
investigador del Instituto de Investigación del Suroeste en San Antonio, Texas.
Cada segundo, dicen los
investigadores, se eyectan siete toneladas de material desde la superficie de
la luna de Júpiter.
"Es una cantidad
increíble. Viaja a 700 m por segundo. Sale todo este gas y vuelve a caer hacia
la superficie, no se escapa hacia el espacio", explicó Kurt Retherford,
también del Instituto de Investigación del Suroeste, en la reunión de la AGU.
Estas columnas de vapor
parecen ser transitorias: sólo se elevan por siete horas cada vez.
Alcanzan su punto más alto
cuando Europa -una de las al menos 61 lunas conocidas de Júpiter- está más
lejos del enorme planeta, en el apoápside de su órbita, y desaparecen cuando se
acerca al periápside, es decir, el punto más próximo a su planeta.
Esto indica que los chorros
de agua pueden ser causados por la aceleración de marea que consigue abrir
grietas en la corteza helada del satélite, sugieren los científicos.
Los investigadores aún no
saben si estas fisuras llegan hasta el agua líquida bajo la superficie helada o
si algún otro mecanismo eleva el vapor.
También quieren investigar
si estas columnas son similares a las que se han observado en Encélado, una
luna de Saturno, donde emisiones de vapor de alta presión brotan de grietas muy
estrechas en la superficie.
"Tenemos un montón de
preguntas sobre cómo se producen", dijo Retherford.
"¿Qué tan gruesa es la
capa de hielo? ¿Hay lagos y estanques entre las capas de hielo? ¿Son realmente
profundas estas fisuras?".
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