La misión VeSpR estudiará la
atmósfera venusina para saber si es verdad que el planeta tuvo en el pasado
suficiente agua como para cubrirlo por entero hasta una altura de siete metros.
Una semana después de haber
lanzado MAVEN, una misión para investigar la atmósfera de Marte, la
NASA se dispone a hacer lo mismo con Venus.
“Es apropiado que las fechas
de estos dos lanzamientos hayan estado tan próximas porque ambas estudiarán las
pérdidas atmosféricas –detalla Kelly Fast, científico del programa para MAVEN y
miembro del programa de Astronomía Planetaria en los cuarteles centrales de la
NASA en Washington -. El VeSpR observará Venus desde encima de la
atmósfera absorbente de la Tierra, y el MAVEN viajará hasta Marte para hacer un
estudio de más duración”.
El VeSpR es un sistema de
dos plataformas, en el que se combinan un misil Terrier –originalmente
construido para ser un misil tierra-aire y más tarde rediseñado para dar
soporte a misiones científicas- y un cohete de sondeo Black Brant modelo Mk1,
con un telescopio dentro. La integración tuvo lugar en el Wallops Flight
Facility de la NASA en Virginia.
Los experimentos estudiarán
la luz ultravioleta (UV) que emite la atmósfera de Venus, y que puede aportar
mucha información sobre la historia del agua en ese planeta. Mediciones como
ésta no pueden ser llevadas a cabo empleando telescopios con base terrestre
porque nuestra atmósfera absorbe la mayor parte de la radiación ultravioleta
antes de que alcance el suelo.
Por eso, el cohete de sondeo
transportará el telescopio a más de 110 kilómetros sobre la superficie de la
Tierra. A esa altura la atmósfera es suficientemente tenue como para permitir
las lecturas de UV.
“Hoy en día, Venus tiene una
atmósfera muy delgada, que contiene muy poca agua, pero creemos que el planeta,
en su origen, tenía un valioso océano de agua”, matiza John T. Clarke,
investigador principal de la misión y miembro de la Universidad de Boston.
Los científicos se
encuentran todavía tratando de determinar si el agua existía sobre la
superficie de Venus o si sólo se encontraba en las capas más altas de su
atmósfera, donde las temperaturas eran más frías. Si la temperatura de la
superficie hubiera permanecido por debajo del punto de ebullición durante el
tiempo suficiente, los ríos podrían haber fluido alguna vez por el planeta, e
incluso, Venus podría haber tenido hielo.
Hidrógeno y deuterio.- La
clave para poder resolver cuánta agua tuvo Venus en ese tiempo reside en
conocer cuánto hidrógeno y deuterio (una versión más pesada del hidrógeno)
permanece en la atmósfera. Ambos pueden combinarse con el oxígeno para hacer
agua, tanto en la forma familiar del H2O como en la más rara, integrada por el
deuterio y el oxígeno, llamada HDO (que también produce pequeñas cantidades de
D2O).
La luz ultravioleta de mucha
intensidad procedente del Sol ha roto y separado casi todas las moléculas de
agua que pudiera haber en la atmósfera de Venus. Al tratarse de componentes más
ligeros, las moléculas normales de hidrógeno escapan al espacio más rápidamente
de lo que lo hacen las más pesadas de deuterio. Comparando la cantidad de
deuterio que hay ahora en la atmósfera con la cantidad de hidrógeno, los
investigadores pueden estimar cuánta agua desapareció de Venus y cómo de rápido
sucedió esta circunstancia.
Las primeras estimaciones,
hechas a partir de los datos recogidos por la nave espacial Pioneer Venus de la
NASA en 1978 y de otras observaciones, indicaron que Venus podría haber tenido
antiguamente la cantidad suficiente de agua como para cubrir el globo
entero con siete metros de líquido. Pero resulta que las cantidades de
hidrógeno y deuterio pueden variar en las diferentes alturas de la atmósfera
venusina, lo que haría cambiar los cálculos. Para ayudar a resolver estas
dudas, la VeSpR hará mediciones específicas en la parte alta de la atmósfera.
El instrumental de a VeSpR
observará Venus durante ocho minutos y sus datos serán retransmitidos en tiempo
real, antes de que la carga retorne de forma segura a la Tierra gracias a un
paracaídas. Más tarde, se volverá a intentar cargarla para que el instrumental
pueda ser utilizado en futuras expediciones.
Clarke y su equipo
combinarán estas mediciones con las observaciones de Venus hechas recientemente
con el Telescopio Espacial Hubble de la NASA. El grupo también está colaborando
con Jean-Loup Bertaux, del Centro Nacional Francés para la Investigación
Científica, para estudiar el planeta empleando el instrumental UV de la sonda
espacial Venus Express de la Agencia Aeroespacial Europea. Fuente: ABC
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