El temporal provoca ocho muertos
en el norte de Europa. Los vientos de casi 160
kilómetros dejan a más de 200.000 hogares sin electricidad y causan la
suspensión de decenas de vuelos.
El temporal que azota el
norte de Europa se ha cobrado ocho víctimas mortales. Cuatro personas han
muerto a causa del impacto de los árboles derribados por el viento, en el
peor temporal que registra el Reino Unido en los últimos cinco años y que
ha provocado cortes de electricidad en decenas de miles de hogares además de
problemas en el transporte en gran parte del sur de Inglaterra. Las fuertes
lluvias y vientos huracanados de hasta 159 kilómetros por hora que asuelan el
territorio británico desde la madrugada “no es algo que se vea cada año”, según
la Oficina Metereorológica, pero no han alcanzado –como se temía- las
dimensiones de la llamada “gran tormenta” de 1987.
En Holanda, una mujer ha
fallecido en Ámsterdam al caerle un árbol encima en pleno temporal, con vientos
de hasta 152 kilómetros por hora en la provincia de Groningen, al
norte del
país. Los ferrocarriles han sido los más afectados, con daños graves a lo largo
de 25 trayectos. Los vuelos se han retrasado, o bien suspendido, en el
aeropuerto internacional de Shiphol. Aunque el peligro ha pasado, los servicios
meteorológicos señalan que ha sido la peor tormenta registrada desde 1990.
Entonces hubo 17 muertos.
Una joven de 17 años pereció
mientras dormía a causa del impacto de un árbol en la fachada de su casa en el
condado de Kent (sudeste de Londres). La segunda víctima mortal es un conductor
de mediana edad cuyo automóvil fue aplastado por un árbol en la localidad de
Watford, al noroeste de la capital. Los servicios de emergencia, en estado de
alerta desde las horas previas del bautizado como “temporal de San Judas” (por
su coincidencia con esa fecha del santoral), habían recomendado a la población
del sur de Inglaterra y de Gales que se abstuviera de utilizar el coche en las
primeras horas del día. Los servicios ferroviarios que conectan esa parte del
país con Londres permanecieron prácticamente interrumpidos hasta media mañana,
al igual que el servicio de tren que conecta el Reino Unido y Francia a través
del Canal de la Mancha, mientras el principal aeropuerto de la capital tuvo que
cancelar 130 vuelos.
Las autoridades confirmaron
por la tarde la muerte de una mujer y un hombre en el oeste de Londres, después
de que un árbol derribado por el viento provocara una explosión de gas y el
derrumbe de su vivienda. Un niño de 14 años que se vio arrastrado por la
corriente en la playa de Newhaven (sudeste de Inglaterra) es uno de los
desaparecidos en el transcurso de una tormenta que ha comenzado a amainar a
medida que avanzaba el día. Las extremas condiciones meteorológicas registradas
desde la madrugada, con potentes vientos y lluvias torrenciales, dejaron a
270.000 hogares sin electricidad (al mediodía sólo 30.000 habían recuperado el
suministro) y provocaron inundaciones en diversos puntos de la geografía
británica.
A pesar de las víctimas
mortales y de los cuantiosos daños materiales, el “temporal de San Judas” no ha
confirmado las previsiones más pesimistas que lo habían equiparado con la gran
tormenta que vivió el país hace veintiséis años, con un balance de diecinueve
muertos. Aquel año 1987 es también recordado por el tremendo error en el que
incurrió la radiotelevisión pública BBC, cuyo metereólogo negó ante las cámaras
que el temporal que se avecinaba fuera peligroso. A la postre resultó el peor
registrado sobre suelo británico en nada menos que tres siglos. Fuente: El País
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