Científicos llaman la
atención sobre los peligros que penden sobre los océanos y advierten de una
masiva extinción de especies marinas, debido a problemas originados por el ser
humano.
Los mares del mundo están en
peligro. Y la amenaza que se cierne sobre ellos es mayor aún que la consignada
en el reciente informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC),
lo cual ya es decir bastante. Así lo afirma un reporte del Programa
Internacional sobre el Estado de los Océanos (IPSO, por sus siglas en inglés) y
la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN),
organizaciones que agrupan a científicos y otros especialistas en la materia.
El informe advierte que el
impacto de los cambios registrados a nivel global en los océanos es más grave e
inminente de lo que se había anticipado. “La situación debería ser objeto de la
mayor preocupación para todos, ya que todos se verán afectados por cambios en
la capacidad del océano de sustentar la vida en la Tierra”, afirmó el director
científico del IPSO, el profesor Alex Rogers, del Sommerville College, de
Oxford.
El “trío
mortal”
El informe identifica tres
grandes factores de preocupación, a los que se refiere como el “trío mortal”:
la desoxigenación, la acidificación y el calentamiento de los océanos. Con
respecto al primero, hace notar que se acumula la evidencia de una progresiva
pérdida de oxígeno en los mares y cita informes que prevén una reducción de
entre el 1 y el 7 por ciento hasta el año 2100. Entre las causas se menciona el
calentamiento global y la contaminación provocada por los vertidos de desechos
de la industria agrícola y aguas servidas.
La acidificación de las
aguas marinas, por una creciente concentración de CO2, también supone una
amenaza para el ecosistema. Según advierten los científicos, con las
concentraciones previstas para mediados del presente siglo, o antes, la erosión
excederá a la calcificación en el proceso de formación de los arrecifes de
coral, lo que redundará en la extinción de determinadas especies y afectará a
la biodiversidad en general.
En cuanto al tercer factor
del “trío mortal”, los científicos se remiten al reciente informe del IPCC,
indicando que los mares están absorbiendo parte considerable del calentamiento
global, con consecuencias negativas para el ecosistema, incluyendo la
alteración de las dinámicas de la cadena alimentaria y la propagación de
enfermedades.
A los ya citados factores
interrelacionados, se suma también otro problema originado por el ser humano:
la sobrepesca, que sigue poniendo en peligro especies claves. Todo ello
configura un panorama inquietante, ante el cual los científicos del IPSO y la
UICN urgen a tomar medidas. En concreto, demandan la reducción de las emisiones
de CO2 para que el aumento de la temperatura global se mantenga por debajo de
los 2 grados Celsius, y la implementación efectiva de un sistema de gestión
basado en los intereses de la comunidad y los ecosistemas, que favorezca la
pesca en pequeña escala.
Igualmente piden un acuerdo
internacional para asegurar la conservación y la utilización sostenible de la
biodiversidad en las aguas internacionales. El tiempo apremia, según subrayó el
profesor Dan Laffoley, de la UICN, indicando: “lo que estos últimos informes
dejan absolutamente en claro es que posponer las acciones incrementará los
costos en el futuro y provocará pérdidas mayores, quizá irreversibles”. Fuente: DW
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