El meteorito llamado Polonnaruwa,
que cayó el 29 de diciembre en Sri Lanka, continúa siendo una atracción
científica después que los análisis publicados en la revista Journal of
Cosmología el 10 de enero pasado arrojaron la presencia de fósiles de
algas diatomeas y células de la característica lluvia roja.
Los estudios se
desarrollaron en el Centro de Astrobiología de la Universidad de Buckingham, en
la Escuela de Matemáticas de la Universidad de Cardiff, ambos del Reino Unido,
y en el Instituto de Investigaciones Médicas de Colombo, Sri Lanka.
La investigación reveló la
presencia de fósiles de diatomeas y la evidencia de células morfológicamente
similares a las células rojas que pudieron haber contribuido a la lluvia roja
que siguió días después de la caída del meteorito en la parte central de Sri
Lanka.
“Los nuevos datos sobre los
fósiles de diatomeas proporcionan una fuerte evidencia para apoyar la teoría de
la panspermia cometaria”, reportó en su estudio el astrofísico británico
de la Universidad de Buckingham, Nalin Chandra Wickramasinghe, sostenedor de la
creencia que sugiere que la vida en la Tierra viene del espacio, donde se
encuentra esparcida.
El meteorito se desintegró
en la aldea Araganwila, a cierta distancia de la histórica ciudad de
Polonnaruwa. Es poroso y de composición característica del tipo condrita
carbonácea con finos granos de olivina.
La muestra resultó muy
similar al meteorito Maribo del tipo condrita, que cayó en Dinamarca el 17 de
enero de 2009, señaló el Dr. Wickramasinghe, al analizar los estudios de 2011,
“aunque su porosidad parece ser significativamente menor”, reportó. Este
meteorito fue identificado como un fragmento del extinto cometa Encke.
Lo llamativo del meteorito
de Polonnaruwa, en Sri Lanka, fue que luego de su caída se produjo una
particular lluvia roja que fue analizada por Anil Samaranayake
del Instituto de Investigaciones Médicas de Colombo.
Estaba compuesto por
glóbulos rojos similares a los caídos en la lluvia roja de Kerala, en el año
2001, totalmente diferentes a cualquier célula terrestre.
Respecto a las diatomeas,
éstas son un tipo de fitoplancton unicelular que ya habían sido estudiadas en
1986 en otras investigaciones de meteoritos. Richard Hoover de la NASA,
identificó a su vez fósiles de cianobacterias en meteoritos carbonáceos.
Según el estudio de Buckingham,
comparando las imágenes de las diatomeas del meteorito y las modernas
diatomeas, la Sellaphora blackfordensis, “no se puede dudar de la identidad de
la primera”, dice el Dr. Wickramasinghe y el Dr. J. Wallis de la Universidad de
Cardif.
“Hacemos hincapié, que la
contaminación está decisivamente descartada debido a que la estructura en el
meteorito es un objeto fosilizado, y fósiles de diatomeas no estaban presentes
cerca dela superficie de la Tierra para contaminar la caída del nuevo
meteorito”.
“La identificación de
diatomeas fosilizadas en el meteorito de Polonnaruwa está firmemente establecida y
es intachable. Este meteorito se considera un fragmento del cometa extinto, de
esta manera es justificada la idea de la vida microbiana llevada por los
cometas y la teoría de la panspermia cometaria”, concluyeron el Dr.
Wickramasinghe y el Dr. Wallis.
El meteorito de Polonnaruwa, de Sri Lanka continúa siendo estudiado
y su participación en la lluvia roja continúa siendo un enigma. Fuente: La Gran Época
Ya era hora que lo confirmaran, aunque no hay nada nuevo bajo el Sol.
ResponderEliminarSegún algunas cosmogonías como la egipcia, la sumeria y la dogón, la vida procede de Orión y llego a la Tierra a través de panspermia. Pero no sólo llegó a nuestro planeta, sinó que además llegó al misterioso planeta Nibiru, aun por confirmar por la ciencia, y también se desarrolló allí.