Los astrónomos Mike Brown y
Kevin Hand, identificaron un vasto océano de agua salada bajo la capa de hielo
que protege la luna Europa de Júpiter, y que brota hacia la superficie, informó
la NASA el 5 de marzo.
El hallazgo se basa en un
estudio de imágenes de la misión Galileo entre 1989 y 2003. El estudio reveló
que hay un intercambio químico entre el océano y la superficie y fue publicado
en la revista de Astronomía.
Brown, del Instituto de
tecnología en California, Pasadena, destacó que si este Océano tiene energía esto
es importante desde el punto de vista de la búsqueda de vida. Además, el
científico aclaró que bastaría raspar un poco el hielo de Europa para saber qué
hay en dicho océano. Éste cubre casi todo el globo de la luna con un espesor de
unos 100 kilómetros, informa la NASA.
El espectrómetro infrarrojo
de la misión Galileo no fue capaz de precisar los materiales presentes en
la superficie de Europa, pero ahora usando los telescopios de Osiris y su
espectómetro, Brown y Hand identificaron que la superficie tiene sal
de sulfato de magnesio, un mineral llamado epsomite que pudo formarse por la
oxidación de otro mineral con probable origen oceánico.
Los científicos hicieron
además un mapeo de la capa de hielo de agua de la luna, y descubrieron
significativas zonas con hielo que no es de agua.
El sulfato de magnesio
detectado pudo también ser generado por la irradiación de azufre expulsado de
la hermana luna Io de Júpiter, dice la NASA. A su vez los autores señalan que
existe la presencia de sal de cloruro de magnesio, el cual sería
procedente del océano de Europa.
“Los cloruros tales como
cloruros de sodio y de potasio, se espera que estén en la superficie de Europa,
pero en general no son detectables porque no tienen claras las características
del espectro de infrarrojos. En cambio el sulfato de magnesio es detectable”,
señalan los autores.
Por estas características,
Brown y su equipo creen que la composición del océano de Europa puede
asemejarse mucho al mar salado de la Tierra.
"Si algo hemos
aprendido acerca de la vida en la Tierra, es que donde hay agua líquida, por lo
general hay vida", dijo Hand, que trabaja en el Laboratorio de propulsión
a Chorro de Pasadena.
"Por
supuesto, nuestro mar es un mar agradable y salado. Quizás el océano salado de
Europa es también un lugar maravilloso para la vida". Fuente: La Gran Época
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