El galopante calentamiento
global que enfrenta Groenlandia acaba de permitir el descubrimiento de un enorme paisaje verde de 3
millones de años de antigüedad bajo el hielo de Groenlandia, que se encontraba oculto
a más de 3 km de profundidad.
La investigación, publicada
en la revista Science, proporciona la evidencia de que este enorme terreno
helado, del tamaño de Alaska y el más grande del mundo tras la Antártida, se ha
mantenido mucho más tiempo del que se creía, a través de los períodos de
calentamiento global que han existido a lo largo de la historia de la Tierra.
Groenlandia es
un lugar de gran interés para los científicos y los responsables políticos
porque la estabilidad futura de su enorme capa de hielo tendrá una influencia
fundamental en el aumento de los niveles globales del mar por el cambio
climático causado por el hombre.
«La antigua tierra bajo la capa de hielo de Groenlandia ayuda a desentrañar un
misterio importante que rodea al cambio climático -destaca uno de los autores,
Dylan Rood, del Centro de Investigación Ambiental de las Universidades
Escocesas, en Reino Unido, y la Universidad de California, en Santa Bárbara
(EE.UU.)- que consiste en saber cómo las grandes capas de hielo se derriten y
crecen en respuesta a cambios en la temperatura».
El nuevo descubrimiento,
según los investigadores, indica que incluso durante los periodos más cálidos
desde que se formó la capa de hielo, el centro de Groenlandia se mantuvo
estable, por lo que lo más probable es que no se derrita completamente.
Esto ha permitido que quedara encerrado un paisaje de tundra sin modificar bajo
el hielo durante millones de años de calentamiento global y enfriamiento.
«Encontramos suelo orgánico que ha sido congelado en el fondo de la capa de
hielo durante 2,7 millones de años», explica Paul Bierman, geólogo de la
Universidad de Vermont (EE.UU.).
El conocimiento tradicional
sobre los glaciares es que son agentes muy poderosos de erosión y
pueden eliminar eficazmente un paisaje. Se supone que los glaciares trabajan
como una lijadora y, a medida que se mueven sobre la tierra, raspan todo lo que
encuentran: la vegetación, el suelo e, incluso, la capa superior de la roca
madre. En cambio, la capa de hielo de Groenlandia no está actuando como un
agente de erosión, sino que, de hecho, en su centro, se ha producido muy poca
erosión desde su creación hace casi tres millones de años. «En lugar de raspar
y esculpir el paisaje, la capa de hielo ha congelado el suelo, actuando como un
refrigerador que preserva este paisaje antiguo», detalla Bierman.
Los científicos analizaron
17 muestras de «hielo sucio», del que Bierman y un equipo del Cosmogenic
Nuclide Laboratory de la Universidad de Vermont extrajeron una rara forma
del elemento berilio, un isótopo llamado berilio-10, que, formado por
rayos cósmicos, cae del cielo y se pega a la roca y el suelo. Cuanto más suelo
de la superficie de la Tierra está expuesto, más berilio-10 se acumula, por lo
que medir cuánto hay en el suelo o una roca da a los geólogos una especie de
reloj de exposición.
Una tundra verde.- Los
investigadores sospechaban que encontrarían pequeñas cantidades de berilio,
puesto que el paisaje bajo la capa de hielo no se habría expuesto al cielo,
pero resultó que los sedimentos tenían muy altas concentraciones cuando los
midieron en un acelerador de partículas en el Laboratorio Nacional
Lawrence Livermore de la Universidad de California. «A nivel mundial, sólo
encontramos este tipo de concentraciones de berilio en los suelos que se han
desarrollado a lo largo de cientos de miles de millones de años», pone como
ejemplo Joseph Graly, que analizó los datos de berilio cuando trabajaba en la
Universidad de Vermont.
La nueva investigación
«demuestra que el suelo se ha mantenido estable y expuesto en alguna parte a la
superficie hace entre 200.000 y un millón años antes de ser cubierto por el
hielo», señala Ben Crosby, de la Universidad Estatal de Idaho, que participó en
la investigación.
Para ayudar a interpretar
estos inesperados resultados, el equipo también midió el nitrógeno y el carbono
que podría haber sido depositado por el material vegetal en la muestra central.
«Groenlandia era realmente verde hace millones de años -recalcan los
investigadores-. Parecía la tundra verde de Alaska antes de que fuera
cubierta por el segundo mayor cuerpo de hielo de la Tierra».
Para confirmar sus hallazgos
acerca de este antiguo paisaje, los investigadores también midieron los niveles
de berilio en una moderna capa de hielo de la tundra del suelo en la Ladera
Norte de Alaska, descubriendo valores «muy similares», que confirmaron que lo
descubierto debajo de Groenlandia era suelo de tundra.
Con 656.000
kilómetros cuadrados de hielo, Groenlandia contiene suficiente agua
para, si se funde completamente, elevar los niveles globales del mar 7 metros.
Y si los hombres mantienen la trayectoria actual de calentamiento activo del
planeta, esta capa de hielo no sobrevivirá. Fuente: ABC Ciencia
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