Los dos grandes terremotos de magnitud 8.7 y 8.2 registrados
este año en el océano Índico, al suroeste de Sumatra hizo temblar la tierra
desde Australia hasta India y el sureste asiático y murieron dos personas y
otras ocho fallecieron por ataques cardíacos. Fueron muy pocas víctimas y daños
en comparación con la tremenda catástrofe del terremoto de 2004 en la región,
cuando el tsunami desencadenado se cobró miles de vidas. Pero no pasó
desapercibido para los científicos: fue un gran acontecimiento en la historia
de la Tierral, algo excepcional, porque esos sismos se debieron a un proceso de fractura de una de las grandes
placas tectónicas (la Indoaustraliana) que forman la corteza terrestre.
En realidad, el terremoto de 8.7 respondió a cuatro
fracturas en el interior de la placa, tres de ellas paralelas entre sí y una
cuarta perpendicular a ellas, formando en su conjunto una falla en escalón. El
proceso duró dos minutos y 40 segundos y fue seguido dos horas después por otro
terremoto de magnitud 8.2. La zona de
rotura se situó a unos centenares de kilómetros de la costa occidental de
Sumatra y en pleno mar. Se rompió el fondo del océano. Los terremotos
dieron lugar a lo que los expertos denominan desgarros de placa.
“Nunca hemos visto
un terremoto así, ya que forma parte del complejo proceso de fractura de una
placa” dice Keith Koper, científico de la Universidad de Utah (EE UU) y
coautor de unos de los artículos mencionados. “Ahora [abril de 2012] lo que
vemos es la separación de la placa Indoaustraliana en dos placas”, añade Thorne
Lay (UCSC). Pero es una red de fracturas compleja no una rotura limpia,
concluyen los investigadores.
Sin
embargo, esos terremotos tuvieron otro tipo de efecto lejano, e insólito para
los expertos: parece ser que activó sísmicamente otra falla, un borde de
contacto entre placas, a miles de kilómetros de distancia, en California,
explican Fred Pollitz (del Servicio
Geológico de EE UU) y sus colegas.
Cuando se produce un terremoto se queda todo el planeta
vibrando durante un tiempo, “y estudiando esas vibraciones podemos conocer la
estructura interna de la Tierra”, apunta Herraiz. Pero en los días posteriores
al terremoto de abril de este año en el Índico, fue especialmente notable la
cantidad de sismos importantes (hasta magnitud 7) alejados del epicentro (a más
de 1.500 kilómetros) y los científicos sospechan que, al menos en el caso de
California, se debió a la activación de una falla allí por efecto de la fractura
de placa registrada al otro lado del mundo.
Más información: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/10/02/actualidad/1349203182_280353.html
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