Vehículos volcados y
cubiertos de lodo en Lyons, Colorado, el viernes 13 de septiembre de 2013.
Cientos de residentes de Colorado se han visto afectados por colosales
inundaciones.
Por aire y tierra, el
rescate de cientos de residentes de Colorado – EE.UU. que quedaron varados por
las épicas inundaciones se estaba acelerando a medida que se agotan las
reservas de agua y alimento, mientras miles de personas han huido de sus
viviendas y ríos repletos de escombros se volvieron mares lodosos que inundaban
ciudades y granjas.
Autoridades dijeron
el viernes por la noche que hay cuatro muertos y al menos 172 personas cuyo
paradero se desconoce. Los funcionarios dijeron que esto no necesariamente
significa que las personas estén desaparecidas.
Por primera vez desde
que las inundaciones comenzaron el miércoles, Colorado pudo ver la extensión de
la devastación y la realidad de lo que se está convirtiendo en un desastre de
largo plazo. La inundación ha afectado partes de un área de 7.242 kilómetros
cuadrados (4.500 millas cuadradas), casi del tamaño de Connecticut.
Helicópteros de la
Guardia Nacional evacuaron a 295 personas —incluyendo mascotas— de la aldea de
montaña de Jamestown, que quedó aislada por las inundaciones en las faldas del
cañón donde se ubica la ciudad.
Mike Smith,
comandante de incidentes en el aeropuerto municipal de Boulder, dijo que los
helicópteros seguirían entrando y saliendo hasta altas horas de la noche.
Las perspectivas para
cualquier persona que prefiera quedarse son semanas sin electricidad, servicio
de telefonía celular, agua o alcantarillado.
"En esencia, lo
que nos decían era que si nos quedábamos estaríamos aquí por un mes", dijo
Dean Hollenbaugh, de 79 años, y quien fue evacuado en helicóptero de Jamestown,
en el noroeste de Boulder.
Miles de evacuados
buscaron refugio en ciudades que ya estaban rodeadas por ríos caudalosos que se
desbordaban de sus cauces. Fuente: El Nuevo Herald
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